Fecha de publicación: Mar, 17/11/2015 - 15:48

EDUCACIÓN AMBIENTAL TAMBIÉN TIENE SU CENTRO DE INTERÉS EN JORNADA COMPLETA

Mil niñas y niños de colegios distritales en Jornada Completa aprenden de cuidado ambiental en el Jardín Botánico de Bogotá, uno de los centros de investigación y conservación de flora más importantes de Latinoamérica. Conozca en esta nota cómo se llevó a cabo el pasado 10 de noviembre, el cierre 2015 de este centro de interés.

El centro de interés ‘Jardín Botánico Territorio de Conocimiento’ nace en junio de 2015, gracias al convenio entre la Secretaría de Educación del Distrito (SED) y el Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis, con el propósito de formar la conciencia ambiental de las niñas y niños de colegios distritales, y reflexionar sobre la preservación de las riquezas de los ecosistemas de la ciudad, pero también sobre las causas e impacto de las problemáticas ambientales que presentan hoy.

Agua, Botánica, Ecosistemas, Energías Limpias y Renaturalización, son los 5 ejes de educación ambiental desarrollados en este centro de interés que hace parte del área integradora del saber en Ciencias Naturales y que se desarrolla durante 2 horas, todos los lunes, miércoles, jueves y viernes directamente en las instalaciones del JBB, un ambiente de aprendizaje propicio para la exploración vivencial del conocimiento desde los intereses e inquietudes de los estudiantes.

A continuación, conozca la experiencia de las niñas, niños y jóvenes de este centro de interés durante la jornada de cierre 2015, organizada conjuntamente por la Dirección de Educación Preescolar y Básica, el PIECC (Plan Integral de Educación para la Ciudadanía y la Convivencia) de la Secretaría de Educación del Distrito, y el JBB.

Estudiantes y docentes de los colegios Instituto Técnico Internacional de Fontibón; Naciones Unidas, Antonio Nariño y el Instituto Técnico Industrial Francisco José de Caldas de Engativá; y Tomás Carrasquilla de Barrios Unidos; participaron de la jornada de cierre del centro de interés ‘Jardín Botánico Territorio de Conocimiento’ y recorrieron las estaciones correspondientes a los 5 ejes temáticos para reflexionar sobre la actual problemática ambiental del Distrito y enriquecer sus iniciativas hacia el reconocimiento y la transformación de la conservación de la biodiversidad en su territorio.

El centro de interés se desarrolla a partir de las temáticas en educación ambiental más importantes de la ciudad: cambio climático, gobernanza del agua, gestión de riesgos, manejo de residuos sólidos, bienestar y protección animal.

Estas temáticas son centrales para el desarrollo de aprendizajes de educación ambiental en los colegios públicos de la ciudad y, por ello, orientan igualmente el desarrollo de los Proyectos Ambientales Escolares (PRAE), algunas de las Iniciativas de Transformación Ciudadanas (INCITAR), y proyectos de aula e investigación, entre otras acciones pedagógicas que se promueven dentro y fuera del aula.

El desarrollo de este centro de interés se ha integrado en los colegios a otras iniciativas pedagógicas; este ha sido el caso del colegio Francisco José de Caldas:

“El centro de interés se integró al proyecto ‘Espiando aves’ en el cual las niñas y niños observan y estudian las aves en los humedales, parques y diversos lugares naturales”, señaló Claudia Flórez, docente de primaria de este colegio.

En la ‘Estación Botánica’, niñas y niños experimentaron con todos sus sentidos las diferentes texturas de las variadas especies de árboles y plantas. Descalzos, sintieron la tierra y luego recolectaron las hojas caídas para observar con detalle sus formas, nervaduras y estructura.

“Me gustó mucho porque teníamos que cerrar los ojos y sentir, con nuestro corazón y los diferentes sentidos, cómo son los árboles, si son suaves o lisos. He aprendido para qué nos sirven, por qué nos sirven y que son una forma de vida igual de importante que nosotros y que sin ellos no viviríamos; en cambio ellos, sin nosotros, serían mucho mejor”, afirmó el estudiante de 5 grado, Juan David Merchán Gordo, colegio Tomás Carrasquilla.

Hacer parte de este centro de interés ha permitido a los estudiantes enseñar a sus familias a cuidar la naturaleza, así lo explica el estudiante Juan David Merchán: “En mi casa hemos hecho una ‘cama’, aunque no tan grande como las que tenemos en el colegio. He llevado diferentes plántulas que nos ha dado la profesora en la huerta como cebolla, brócoli y cilantro. Me ha gustado mucho porque después de un tiempo uno ve que está creciendo desde una semillita y después la ve enorme y uno se siente orgulloso”, enfatiza.

“También hemos sembrado plantas aromáticas como menta, caléndula, hinojo y otras. He aprendido mucho sobre ellas. Un día tuvimos que especificarnos sobre una y estudié la caléndula, que es una planta medicinal; si se sabe hacer en una cremita, se echa encima de las cicatrices y hace que la piel vuelva a crecer más fácilmente; también se puede tomar en aguas aromáticas para aliviar dolores estomacales o dolores de cabeza. La flor es la parte más medicinal que tiene”, agregó el estudiante Juan David Merchán.

Buscar artrópodos entre la vegetación del JBB, como los insectos y los arácnidos, fue una de las actividades propuestas en la ‘Estación de Ecosistemas’, con el fin de reconocer sus características y la función que tienen estas especies para mantener el equilibrio de estos ecosistemas. “Las arañas comen mosquitos, los envuelven en la telaraña y después se los comen”, explicó sobre el aporte de los arácnidos en la regulación de insectos el estudiante de 4º grado, José Miguel Méndez, del colegio Francisco José de Caldas.

En la ‘Estación de Renaturalización’, niñas y niños analizaron el proceso de las plantas desde su etapa inicial: la semilla. Los estudiantes ya han probado algunas verduras en los procesos de siembra de sus colegios:

“Las acelgas quedan ricas. También hemos sembrado zanahoria, remolacha”. Después de conocer las distintas etapas de crecimiento de las plantas, prefieren consumir aquéllas cultivadas por ellos mismos: “Cuando uno la siembra, siente más seguridad de comérsela, porque las otras pueden estar sucias, dañadas o tener químicos”, dice, conjuntamente con sus compañeros/as de curso, Juan Nicolás infante, estudiante del colegio Tomás Carrasquilla.

La última parada del recorrido fue la ‘Estación de Energías limpias’ donde estudiantes pudieron conocer las pantallas solares y tecnología para la conversión de biomasa en energía, a través de los espacios de producción de energías limpias del JBB, y un taller pedagógico donde, de una simple lenteja, se obtiene electricidad.

“El JBB en sus 60 años, abre las puertas a este centro de interés y brinda a los estudiantes todo sus conocimientos en procesos de pedagogía y de investigación, así como la aproximación de las niñas y niños a sus tecnologías de energías limpias y al Tropicario, donde tenemos muestras de diferentes biomas con unas condiciones climáticas específicas, y que va a ser uno de los más grandes e importantes a nivel latinoamericano”, puntualizó Constanza Salamanca, coordinadora del convenio por parte de JBB.


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