Docentes intercambian estrategias pedagógicas sobre fenómeno del Niño y su relación con el cuidado del agua

El taller "El Niño nos reta: ¿qué podemos hacer desde el colegio?" reunió a profesores de distintas localidades para fortalecer diversas estrategias ambientales.

Como parte de la gran apuesta por garantizar educación de calidad para promover la formación de niños, niñas y jóvenes que se conviertan en ciudadanos integrales que aportan valor público, social y económico a la sociedad, la protección del ambiente y la relación con la estructura ecológica principal de Bogotá figura como una de las líneas de acción de gran importancia.

En este sentido y teniendo en cuenta la urgencia de adoptar prácticas ambientales en los colegios para enfrentar la coyuntura de los impactos causados por el fenómeno de el Niño, la Secretaría de Educación del Distrito, a través de la Subsecretaría de Calidad y Pertinencia, llevó a cabo el taller “El niño nos reta: ¿qué podemos hacer desde el colegio?” que convocó a docentes de múltiples áreas de conocimiento y localidades en el Centro de Innovación Ciudad Maestra, para socializar y definir acciones desde los colegios frente al impacto de este fenómeno y las estrategias que se están implementando para el cuidado del agua. 

Alrededor de 60 docentes participaron en las sesiones del taller, compartiendo sus experiencias pedagógicas sobre el cuidado del agua y las afectaciones que se presentan en ríos, embalses y en todo el sistema hídrico de Bogotá, jornadas que les permitió conocer nuevas herramientas pedagógicas que serán base para trabajar con sus estudiantes. 

Los talleres cobran especial relevancia teniendo en cuenta que la ciudad está dividida geográficamente en 20 localidades y en 8 territorios ambientales, todos conectados por el agua del río Bogotá, sin embargo, las localidades tienen entornos ecológicos diferentes y con prioridades que deben tratarse con enfoques pedagógicos según corresponda la necesidad del lugar, por lo que una estrategia para cuidar el agua en un colegio que está ubicado cerca a los cerros orientales, es diferente a una  estrategia para un colegio cerca de una cuenca. 

Al respecto, docentes del colegio Jorge Gaitán Cortés (IED), de Engativá, señalaron que teniendo en cuenta que la institución está ubicada al  occidente de la ciudad, en épocas de lluvia este sector registra más inundaciones que otras que suelen estar en zonas más áridas, por lo que los estudiantes entienden la inundación como una derivación de el Niño y los docentes implementan acciones sobre la forma correcta de tratar esta zona con un enfoque de cuidados de alcantarillas, campañas de limpieza de las calles, recolección de agua lluvia para reciclar, entre otras prácticas.

En este marco, durante el taller se abordaron las diferencias que se viven en la ciudad por la ubicación geográfica y la conexión con los ocho territorios ambientales, pues colegios de algunas localidades han vivido de forma directa el impacto de los incendios forestales, y un mayor racionamiento de agua. Por lo tanto, las estrategias pedagógicas que se generen con las y los estudiantes deben estar contextualizadas a los lenguajes y territorios donde viven para que sean pertinentes y de mayor impacto.

En los encuentros de “El niño nos reta: ¿qué podemos hacer desde el colegio?”, las y los docentes conocieron las generalidades del fenómeno del Niño y la importancia para Bogotá y los municipios cercanos del complejo de páramos Chingaza, Guerrero y Sumapaz, con datos respaldados científicamente y por fuentes de autoridades gubernamentales como el IDEAM y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Con ello, las y los asistentes al taller, comprendieron la relación de este fenómeno y la actual coyuntura de déficit hídrico que se está viviendo en la capital para que sean comunicados de manera clara y amable a sus estudiantes. Independientemente del área de conocimiento del o la docente, ya sea de ciencias naturales, tecnología, artes o inglés, profundizaron en esta temática ambiental para articularla con sus áreas de conocimiento y así darles a los niños, las niñas y adolescentes la conciencia ambiental que necesita la ciudad.