Fecha de publicación: Mié, 21/12/2016 - 16:56

UNESCO DESTACA INNOVADORA POLÍTICA EDUCATIVA DE BOGOTÁ

Una evaluación técnica sin precedentes de la educación pública de la ciudad concluyó que cuatro de sus programas estratégicos constituyen una apuesta tremendamente innovadora y un hito mundial. Un gran reconocimiento para Bogotá en su meta de ofrecer educación pública, integral y de excelencia.

La política educativa de la administración de Bogotá Humana fue sometida a una rigurosa evaluación técnica por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que concluyó que la ciudad implementó, en el periodo 2012-2015, una apuesta innovadora e integral que entiende la calidad educativa más allá de las dimensiones cognitivas.

“Esta es una política coherente en la definición de la calidad de la educación y en la evaluación de esta con una propuesta holística e integrada”, aseguró Saadia Sánchez Vegas, directora de la Oficina de UNESCO en Quito y Representante para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela.

La valoración, desarrollada por 21 consultores de esta organización, se centró en cuatro programas estratégicos: el ‘Currículo 40x40’, materializado en la Jornada Completa; la estrategia Iniciativas Ciudadanas de Transformación de Realidades (INCITAR), la política pública de Educación Inicial y las ‘Pruebas SER’.

La UNESCO resaltó que los programas demuestran un esfuerzo de innovación en una política educativa integral y holística, que incluye componentes cognitivos de la construcción de saberes y también componentes vinculados a la existencia misma, como las artes y la integralidad física.

Pablo Cevallos Estarellas, consultor de la organización, señaló que estos programas, al entender la calidad educativa en una noción ampliada, son “sumamente innovadores y constituyen ejemplos paradigmáticos de políticas educativas en el mundo”, por lo que la UNESCO recomienda la continuidad ‘crítica’ de estos, es decir, su mantenimiento con mejoras en beneficio de las comunidades educativas.

Frente a los resultados que alientan los esfuerzos de esta Administración en su meta de ofrecer educación pública, integral y de excelencia, el Secretario de Educación, Óscar Sánchez Jaramillo, concluyó que “estos fueron programas en los que se tomaron bastantes riesgos, pero queda claro que haber innovado valió la pena”.

La Jornada Completa de Bogotá

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Más de 254 mil estudiantes disfrutan de más tiempos y más aprendizajes en los colegios públicos de la capital, con un currículo integral que les ofrece la oportunidad de elegir lo que quieren aprender y que es posible gracias a una política educativa que cambia vidas y transforma realidades.

La valoración de la UNESCO a esta apuesta emblemática de Bogotá Humana concluyó que se trata de una “propuesta curricular de cara a la sociedad, interdisciplinaria y humanizadora, que acoge las necesidades del presente y sustenta la garantía al derecho humano a la educación y a la participación en la vida artística, científica, deportiva, recreativa, ciudadana, social y cultural”.

Silvia Finnochio, consultora que lideró la evaluación para este programa, resaltó que, a diferencia de otros países de la región que se han propuesto ampliar las jornadas escolares con “más tiempo en el que los estudiantes reciben lo mismo con escasos resultados e impacto”, la Jornada Completa de Bogotá propone un nuevo significado para el tiempo escolar.

En ese sentido, señaló que los centros de interés, en los que niños y jóvenes de Bogotá pueden profundizar, son “la base de un ambicioso proyecto que introduce otros tiempos, otros espacios, otros agentes educadores y otros materiales educativos, enriqueciendo notablemente la propuesta educativa y destacándose ante las propuestas de extensión de la jornada escolar de otros países de la región”.

Si bien es necesario realizar ajustes logísticos y atender cuestiones de infraestructura para el desarrollo del programa, la UNESCO recomendó dar continuidad a la implementación de la Jornada Completa, pues el cambio que ha traído a los estudiantes y maestros tiene una “significación histórica profunda que transforma cuantitativa y cualitativamente el tiempo escolar”.

Conozca: ¡Esta es la Jornada Completa de Bogotá!

Iniciativas que transforman realidades
De acuerdo con el consultor de la UNESCO, Gustavo Schujman, las Iniciativas Ciudadanas de Transformación de Realidades (Incitar), con las que la educación pública de Bogotá está generando pequeñas revoluciones para transformar las comunidades educativas, constituyen un desafío político-pedagógico que genera espacios participativos y abre la escuela a los contextos y territorios vecinos.

“Las Incitar son una novedad muy grande para la escuela y para la comunidad cercana y logran estrechar la relación de los niños y jóvenes con las familias y los vecinos. Empoderan a los estudiantes y generan mejores condiciones para la convivencia escolar y el rendimiento académico”, aseguró Schujman.

Así mismo, el experto señaló que los gestores territoriales, quienes orientan estos procesos en las localidades, son un capital valioso para la Secretaría de Educación.

El consultor de la UNESCO recomendó dar continuidad a las iniciativas ya emprendidas, simplificando algunos de los procesos de la ruta pedagógica, y reabrir la convocatoria para que nuevas propuestas de las comunidades educativas puedan participar en esta estrategia.

A la vanguardia en evaluación educativa
Desde el comienzo de la administración de Bogotá Humana, la ciudad propuso, desarrolló y aplicó las ‘Pruebas SER’, un modelo de evaluación único en el país que mide los aprendizajes en ciudadanía y convivencia, educación artística y bienestar físico en estudiantes de colegios públicos y privados.

Para Jorge Manzi, el consultor que lideró la valoración de las ‘Pruebas SER’, “lo primero que hay que reconocer es el hecho de que esto haya ocurrido, pues se trata de una innovación inusual que complementa la evaluación tradicional y que es una experiencia única en el contexto internacional”.

Por su parte, sugirió acompañar el proceso ya adelantado con el desarrollo de una teoría de acción claramente definida para conectar mejor los resultados de las pruebas con las prácticas educativas. “Las pruebas, como un motor para la reforma educativa, deben ser analizadas y perfeccionadas”, concluyó.

Educación para la primera infancia
Durante el último cuatrienio, Bogotá abrió las puertas de sus colegios públicos a niñas y niños de 3, 4, y 5 años para que empiecen a descubrir el mundo en tres grados de preescolar: prejardín, jardín y transición, en donde reciben una educación integral.

Sobre esta apuesta de la política educativa, la UNESCO resaltó el reconocimiento de esta etapa como la más importante para el desarrollo humano y una gran impresión de recursos de esta Administración para mejorar el acceso y la calidad de la educación que reciben las niñas y los niños.

Juan Carlos Reyes, quien lideró la valoración cualitativa de la política pública de Educación Inicial, señaló que “la decisión política de darle a la Secretaría de Educación la rectoría del proceso educativo es acertada y se enmarca en una tendencia mundial que se ha propuesto aumentar el acceso a la educación inicial desde el sistema educativo. Esta decisión tiene el potencial de contribuir a mejorar la calidad y la equidad en la ciudad”.

De esta forma, la ciudad recibió un merecido reconocimiento al trabajo realizado para ofrecer una educación integral de calidad y excelencia. Como concluyó la experta en educación, Silvia Finocchio, “hoy Bogotá está a la vanguardia en educación con respecto al país y la región”.


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