Fecha de publicación: Vie, 06/09/2019 - 16:23

La diferencia como punto de partida de nuevas oportunidades, desde la inclusión

La Secretaría de Educación del Distrito avanza con la implementación de la Política de Educación Inclusiva, creada a partir del reconocimiento de la diferencia como una condición inherente al ser humano.

Esta política, en la que se promueve la generación de ambientes de aprendizaje inspiradores ha hecho eco en docentes y rectores, como es el caso de la rectora del colegio República de Bolivia, Carmen Sofía Pérez Acevedo, quien considera que su principal aporte a los estudiantes ha sido su experiencia de más de 35 años.

Desde hace siete años, Carmen Sofía lleva las riendas del colegio en donde trabaja sin respiro para que sus 450 estudiantes, que en su totalidad tienen discapacidad cognitiva, terminen sus estudios y se desempeñen exitosamente en el campo laboral o conformen su propia empresa para garantizar una vida digna.

Carmen Sofía

En este sentido, un piloto de las pruebas Saber a un grupo de estudiantes del colegio República de Bolivia les permitirá continuar con su profesionalización y les abrirá nuevas oportunidades para seguir en el mundo académico, por lo que no solo se estará cumpliendo la ley, sino uno de los sueños que, a corto plazo, se fijó la rectora.

“Nosotros como colegio no presentamos las pruebas Saber, este año se hará una prueba piloto y se tendrán que adaptar estos exámenes para que los estudiantes puedan realizarlos próximamente y, con ello, dar continuidad a sus estudios superiores en la universidad, porque ellos ahora mismo solo pueden ser técnicos o tecnólogos”, señaló la rectora.

Aliados estratégicos

Con orgullo, Carmen Sofía enumera las importantes alianzas que se han ido forjando con el tiempo, de ellas destaca el vínculo con Alkosto, la Caja de Compensación Familiar Compensar, la Asociación Colombiana de Cooperativas (ASCOOP) y las embajadas del Japón y de Bolivia, entre otras.

Carmen Sofía con un estudiante

La primera de ellas, Alkosto, apoya y subsidia el Proyecto Pedagógico Ocupacional en Alimentos y Panadería: “Este proyecto de panadería surgió hace 10 años, en la época de la rectora Gloria Guío, quien consideró que este proyecto traería grandes beneficios a los estudiantes, quienes aprenden más a través de la práctica, en este caso, la elaboración de las mezclas, el peso y la cantidad de los elementos para hacer el pan”, sostuvo.

De esta forma, desde primaria, los estudiantes reciben las bases para la elaboración de la masa del pan y se les estimula el desarrollo motriz, lo que permite afinar todo lo relacionado con los procesos. Luego, en bachillerato, los estudiantes de los grados 5.° y 6.° hacen prepanadería, prealimentos y artesanías.

postres

Paralelamente, aprenden a reciclar papel y lo reutilizan haciendo tarjetas. Iniciativas que les permiten alternar estos emprendimientos con sus clases de Matemáticas, Español, Biología y Ciencias Naturales.

En cuanto al proyecto de panadería, lo que producen tiene destinaciones específicas. Por una parte, es consumido por los estudiantes; por otra, lo llevan a sus casas y, además, se les obsequia a los empleados de Alkosto, en contraprestación por las donaciones y la especial atención que ellos tienen con el colegio.

“El dinero que Alkosto dona entra a fondos docentes y se invierte en la compra de elementos de aseo e insumos para panadería, como uvas, aliños y aceite, entre otros, lo que permite que este proyecto sea autosostenible.  Adicionalmente, contamos con equipos de panadería de tecnología de punta donados por la Embajada del Japón”, sostuvo la rectora. 

postres

Alkosto y Compensar realizan capacitaciones, con la validación del SENA, a los egresados, como auxiliares en panadería y auxiliares con énfasis en logística de almacén. De esta forma, se cumple uno de los objetivos fundamentales del colegio: que el estudiante sea incluido en el campo social y laboral.

En cuanto a las embajadas, la japonesa entregó recientemente una donación, cuya convocatoria contó con el apoyo de la Secretaría de Educación del Distrito y del equipo de trabajo que acompaña con éxito a la rectora Carmen Sofía, la cual consistió en equipos de alta tecnología para panadería. Por su parte, la embajada de Bolivia realiza charlas y conferencias ancestrales relacionadas con el cuidado de la Pachamama.

Niños más felices

En el colegio República Bolivia, niñas, niños y adolescentes hacen su ingreso entre los 7 y 8 años de edad, al cumplir, entre otras exigencias, con el control de esfínteres, la autonomía en su desplazamiento y al contar con algún tipo de comunicación, así sea por señas.

“La ventaja del colegio es que ellos encuentran sus pares y son capaces de demostrar su autonomía y su independencia, mejoran su autoestima, se dan cuenta de que no están solos. Algunos de ellos, aparte de tener la discapacidad cognitiva, también tienen síndrome de Down, son autistas, tienen dificultades motoras, de audición, de visión y, si hay otras discapacidades asociadas, no importa, se trabaja con ellos para que puedan acceder a la educación como todo el mundo tiene derecho”, puntualizó la rectora Carmen Sofía.

La SED promueve política de educación inclusiva

La Secretaría de Educación del Distrito promueve una transformación estructural de la escuela que se refleje en los proyectos educativos institucionales y en las prácticas, políticas y cultura inclusivas, planteados desde un currículo que aborde la diversidad, la planeación e implementación, y las estrategias pedagógicas que encuentren en las diferencias un valor y una oportunidad.

En la actualidad, Bogotá cuenta con 19.600 estudiantes con discapacidad cognitiva, física, múltiple, auditiva, visual, sordoceguera, psicosocial o sistémica, entre otras. Con un total de 873 docentes de apoyo pedagógico, quienes acompañan a los docentes en el diseño, la implementación y el seguimiento de los planes individuales de apoyo y ajustes razonables (PIAR), a fin de dar cumplimiento a la implementación del Decreto 1421 de 2017.

Es de señalar que Bogotá también duplicó el número de auxiliares de enfermería, quienes apoyan actividades de higiene, alimentación y desplazamiento a estudiantes con discapacidad, pasando de 51, en 2016, a 121, este año.

Igualmente, se fortaleció el equipo de apoyo comunicativo, conformado por 85 intérpretes de lengua de señas, 110 mediadores, 14 modelos lingüísticos y dos guías intérpretes, que promueven la autonomía e independencia de los estudiantes, el aprendizaje de la lengua colombiana de señas, la adaptación y la flexibilización curricular y de materiales, entre otros.

Rectores

En compañía del embajador extraordinario y plenipotenciario del Japón en Colombia, Keiichiro Morishita, se encuentran la rectora Carmen Sofía Pérez y la exrectora Gloria Guío, durante la entrega de los equipos de panadería donados por la representación diplomática.


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