Fecha de publicación: Mar, 15/03/2016 - 17:19

ESTUDIANTES EN EXPEDICIÓN BOTÁNICA POR EL HUMEDAL CÓRDOBA

Desde el mes de marzo y hasta el 8 de abril, cerca de mil niñas y niños de colegios oficiales descubrirán los secretos de la botánica en una inolvidable expedición por la exuberante vegetación del humedal Córdoba, uno de los ecosistemas más importantes de la ciudad.

Qué mejor que aprender de botánica en el humedal reconocido como el más biodiverso de toda la ciudad.  Efectivamente, el Humedal Córdoba, ubicado en la localidad de Suba, se ha ganado este título entre los 15 humedales que hoy cuenta Bogotá, y será, hasta el 8 de abril, el aula viva de cerca de mil estudiantes del Distrito que conocerán ‘in situ’ los secretos de plantas nativas y exóticas.

Este humedal tiene una extensión total de 40 hectáreas (el más grande de la ciudad es el humedal Tibabuyes, conocido también como La Conejera, con una extensión de 220 hectáreas).  Ha sido destino de numerosas expediciones pedagógicas por parte de estudiantes del Distrito; sin embargo, en esta oportunidad no solo reflexionarán sobre laimportancia de estos ecosistemas para la ciudad, sino que también fortalecerán sus aprendizajes en torno al reino vegetal.

El canto de los pájaros, el olor fresco de su vegetación y el aire puro que se percibe, es la forma en que este ecosistema da la bienvenida a los estudiantes, algunos de los cuales lo visitan por primera vez y tienen la oportunidad de comprender, a través de la experiencia directa, por qué los humedales son fundamentales como fuentes de agua, oxígeno y vida.

“Los humedales albergan especies únicas de fauna y flora, nos permiten amortiguar el agua en épocas de invierno, mejoran la calidad del aire, son reservorios de nutrientes para la ciudad, ayudan a mantener el agua y por lo tanto a regular el clima y son ecosistemas de recreación pasiva y de generación de conocimiento, pues albergan una gran cantidad de especies endémicas, entre otras funciones”, explicó Gloria Quiroz, profesional del equipo ambiental de la Dirección de Educación Preescolar y Básica de la SED.

La expedición botánica, que tiene una duración de 2 horas aproximadamente; se organiza por colegio y en pequeños grupos de estudiantes de las siguientes instituciones educativas vinculadas al centro de interés del programa 40x40 denominado ‘Jardín Botánico Territorio de Conocimiento’, desarrollado en el marco del convenio entre la Secretaría de Educación del Distrito (SED) y el Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis:

Instituto Técnico Internacional de Fontibón; Naciones Unidas y Antonio Nariño de Engativá; y el Juan Francisco Berbeo. y Tomás Carrasquilla de Barrios Unidos.

Entre sauces llorones, acacias, saucos, borracheros y nogales, los estudiantes se adentran en la vegetación y observan con detalle las características de cada especie vegetal: sus troncos, flores, hojas, semillas; muy atentos a los tamaños, colores, formas, texturas y aromas. Las guías, profesionales del Jardín Botánico de Bogotá, explican con detalle las características principales y beneficios de cada uno de los árboles y plantas que aparecen a cada paso del recorrido.

“Observen la flor de El Sauco, tiene usos medicinales para la tos; su flor y sus hojas son compuestas, porque tienen varias dentro de un mismo eje.  Este es El Jazmín, tiene una flor amarilla que se abre en las noches, su delicioso aroma atrae insectos que ayudan a su polinización”, indica Yenny Rosas, profesional guía del Jardín Botánico; luego señala unas matas de mora y curuba que llaman poderosamente la atención de algunas niñas y niños que las ven por primera vez: “Observen las hojas de la Curuba, es la planta nutricia de una mariposa color naranja llamada ‘Espejito’, ellas colocan sus huevos debajo de sus hojas trilobuladas”.

Del sendero, emerge un enorme Sauce Llorón que atrapa la atención de los estudiantes por su particular follaje de ramas largas y colgantes: “Este árbol es muy bueno para las márgenes de las quebradas y de los humedales porque ayudan a conservar el agua; además, sus hojas le aportan nitrógeno al suelo”, explica a las niñas y niños la profesional de la SED, Gloria Quiroz y agrega que “aunque no es de este lugar, se adaptó muy bien.  El Salix Humboltiana, su nombre científico, no solo protege el agua, sino que de él se obtiene el ácido acetil – salicílico, es decir, la aspirina”.

Durante el trayecto las guías responden a varias preguntas y comparten con el grupo la opinión o reflexión de las niñas y niños.  “La SED busca generar en los estudiantes un conocimiento significativo ‘in situ’.  Una cosa es abordar los temas de ciencias y educación ambiental en un aula de clase y otra es verlo, reconocerlo, olerlo, palparlo.  Buscamos que los niños se apasionen por el conocimiento”, señaló la profesional de la SED, Gloria Quiroz.

Al cierre de la actividad pedagógica los estudiantes también reflexionaron sobre la importancia de asumir compromisos para el cuidado del agua en la vida cotidiana como: no botar basura, sembrar plantas y árboles, ahorrar agua y luz en la casa, durar menos tiempo en la ducha, apagar las luces que no se están usando, reutilizar el agua de la lavadora, entre otras.

“Lo que más me impacto fue llegar aquí y encontrarme con toda esta naturaleza y ver cómo la gente se preocupa por cuidar el humedal, ver los frutos, los animales, todo es muy bonito. Conocer la mata de mora, ver como se enreda y cómo da su fruto, también la de la curuba.  Es hermoso venir acá y ver cómo los frutos se convierten en algo que uno come a diario”, concluyó Lorena Hernández, estudiante de grado 8º del colegio Instituto Técnico Internacional, una de los miles de estudiantes del Distrito comprometidos con el cuidado de la naturaleza.


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