Las familias de los estudiantes con autismo del colegio República Bolivariana de Venezuela, encontraron en Lorenza una amiga, una guía para transformar sus vidas. Hoy le decimos #GraciasProfe, por ser el mejor ejemplo de amor y entrega por los otros.
“Ana Lorenza es nuestra maestra, la mano amiga que nos da soporte y quien nos traza el camino indicado para seguir luchando por nuestros hijos”.
Este es el sentir de un grupo de madres de niñas y niños con autismo. Tras una larga lucha sorteando el rechazo y las barreras que impone la sociedad a las personas con esta condición, ellas encontraron alivio al conocer a la maestra Ana Lorenza Wilches y a sus compañeras docentes del colegio República Bolivariana de Venezuela.
En este colegio de la localidad de Los Mártires, mujeres como Idaly, Adelia, Diana, Marta, y muchas madres más, por fin hallaron respuesta a sus preguntas y angustias. Ahí estuvo Ana Lorenza, dispuesta a entregar lo mejor de sí misma. Lo suyo no son las clases para enseñar ciencias, artes o matemáticas; son lecciones de vida, amor, esperanza y resistencia.
En sus palabras, su misión en el mundo es ayudar a otros. Por eso estudió trabajo social y, luego de 11 años laborando con población con discapacidad, llegó a este colegio en el año 2007 para seguir trabajando con amor y rigurosidad en la construcción de una ciudad más incluyente para niñas y niños con autismo, también aportando a esta causa desde el Consejo Local de Discapacidad.
“Aquí estoy haciendo lo que más me gusta: trabajando con las familias, para aportar en el proceso pedagógico de nuestros estudiantes”, señala la docente de apoyo, quien lidera el proyecto institucional ‘Padres que enseñan a padres’, que se convirtió en un espacio en el ámbito distrital donde madres y padres, los verdaderos expertos en sus hijos, comparten sus experiencias de vida.
Conozca más de esta maestra con alma de luchadora