COLEGIO MARCO TULIO FERNÁNDEZ VISTIÓ DE COLOR Y FIESTA LAS CALLES DE ENGATIVÁ

Con el famoso Carnaval Fernandista, esta institución se ‘tomó’ nuevamente las calles de la localidad. Un ejercicio pedagógico de aprendizaje transversal que incluye educación física, danza e incluso ciencias naturales, y con el que estudiantes y maestros exaltan la cultura festiva del país.

La misión anual de esta comunidad educativa es exaltar la riqueza social y festiva de nuestro país. Por eso, cada año, estudiantes y maestros eligen una fiesta o un carnaval del país (San Pacho, Carnaval de Barranquilla, Carnavales estudiantiles de la Bogotá de los años 20, etc.) y la trabaja transversalmente en cada una de las materias para presentar en el mes de octubre los resultados a la comunidad.

Este año, la temática escogida fue el Carnaval de Negros y Blancos del departamento de Nariño, por lo que los 1324 estudiantes de las cuatro sedes de la institución se dedicaron a estudiar las costumbres, los disfraces, la música y los significados de las prácticas que se realizan en este Carnaval, que desde 2009 fue declarado patrimonio intangible de la humanidad por la Unesco.

La popular Familia Castañeda, rostros pintados de negro y blanco, músicos, comparsas y batucadas típicas de este carnaval, uno de los más importantes y representativos del sur del país, desfilaron por las calles de los barrios San Joaquín, San Ignacio, La Cabaña, La Reliquia, entre otros, llevando un mensaje de paz, reconciliación y pluriculturalidad a través del arte y la cultura.

“Todos los miembros de la comunidad educativa nos sintonizamos con la temática escogida y lo trabajamos transversalmente desde todas las materias. Por ejemplo, desde educación física y danza trabajamos los bailes y la música, desde ciencias naturales trabajamos el significado del agua y los recursos naturales para la población, y así vamos articulando la riqueza cultural de este evento a nuestros contenidos de estudio. Se trata de integrar el conocimiento desde las diferentes áreas”, destacó Marylin Bustos, docente de educación física.

La riqueza festiva de las fiestas colombianas

Los antecedentes del Carnaval Fernandista se remontan al 2004, recuerda Silvia Umbarila, coordinadora de la institución, y tiene como antecedentes directos los festivales de danza y música que se realizaban en la institución, donde los docentes detectaron los numerosos aprendizajes que se desprenden de estas prácticas festivas y los adaptaron a los currículos y los procesos de aprendizaje.

Porque además de conocer la música, la cultura y las prácticas de una población determinada, con este tipo de actividades “logramos inculcar valores individuales y colectivos como el trabajo en equipo, la tolerancia por la diferencia y el respeto con los demás”, destaca la coordinadora.

“Además logramos involucrar activamente a la comunidad. Los padres de familia nos apoyan en la realización de los disfraces, se vinculan a las brigadas de tránsito y a toda la logística del carnaval. Y también vinculamos a los vecinos del barrio, que gozan y aprenden viendo todo lo que los niños del colegio son capaces de hacer”, reitera.

Cada carroza, cada comparsa, cada tema que se trabaja en el Carnaval, tiene un trasfondo pedagógico con un objetivo y una intención clara, que es enriquecer el aprendizaje de los estudiantes desde diferentes aristas, vinculando la lúdica, el arte y la recreación.

Los alumnos de 11º, por ejemplo, trabajaron el proceso de paz, y por medio de su comparsa extendieron un mensaje de encuentro y reconciliación a la comunidad. “El país vive un momento muy importante, todos estamos sintonizados con la paz, por eso es importante que todos aportemos a este objetivo desde sus posibilidades”, destaca María Fernanda Zapata, quien antes de graduarse, quiere dejar su aporte a la localidad y a la paz de Colombia.