Fecha de publicación: Mié, 27/09/2017 - 10:13

REGRESAR A LA ESCUELA DESPUÉS DE 30 AÑOS: ¡BOGOTÁ LO HACE POSIBLE!

Gracias a los modelos educativos flexibles del Distrito, mujeres y hombres adultos cumplen su sueño de graduarse como bachilleres. Las inscripciones para el año escolar 2018 están abiertas hasta el 27 de octubre.

Entre sentimientos encontrados de alegría y nostalgia, Ana Lucinda Jitoma, una mujer indígena de 43 años de edad, proveniente del corregimiento de La Chorrera (Leticia), se prepara para la primera ceremonia de graduación de su vida.

Mientras aguarda el llamado del maestro ceremonias para recibir el diploma de grado de bachiller, sentada en el auditorio del colegio Guillermo Cano Isaza de Ciudad Bolívar, pasan por su mente los últimos 30 años de su vida.

Su memoria la transporta al caserío en el que vivió la infancia y parte de la juventud, junto a sus padres y a sus 6 hermanas. Allí, en medio del Amazonas, nunca faltó la unión familiar. Tampoco las ganas de soñar y, por eso, recuerda que asistía a la escuela con el anhelo de aprender y progresar.

Cursó hasta 5 grado, pero por falta de oportunidades para seguir estudiando y ante las dificultades para llevar sustento a su familia, decidió emprender un viaje que hoy, como ella reconoce, aún no termina. 

“Mis padres no tuvieron más recursos y yo quedé estancada. Tenía 16 años cuando me vine para Bogotá, porque la situación en mi comunidad (witoto) para sobrevivir no era la mejor. Había falta de empleo”, explica triste y entre lágrimas Ana Lucinda. 

Cuenta que, con 17 años, Ana llegó a la capital del país en busca de una oportunidad para trabajar. Pero recuerda que no fue fácil, porque las diferencias culturales y la falta de estudios para solicitar un empleo formal, le dificultaron acoplarse a la agitada vida Bogotana. 

Esas dos razones, que a diario se repiten para miles de personas que buscan nuevas oportunidades en la ciudad, han sido el centro de atención de la Secretaría de Educación del Distrito.

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Desde 2016, la entidad ha fortalecido múltiples estrategias para atender con programas semi presenciales a los estudiantes jóvenes, adultos y población en extra edad, que como esta mujer indígena, no pueden cursar sus estudios en en horarios y espacios convencionales.

De acuerdo con la Secretaría de Educación, al igual que a Ana Lucinda, el sistema educativo oficial de la ciudad tiene vinculados a más de 10.300 estudiantes en modelos educativos flexibles y programas de aceleración del aprendizaje y atención de jóvenes y adultos en jornadas nocturnas y fines de semana, para garantizar su derecho a estudiar y promover la inclusión educativa para la equidad.

Población víctima del conflicto armado, en condición de discapacidadgrupos étnicos, de orientación sexual diversaprivados de la libertad e incluso víctimas de violencia intrafamiliar, hacen parte de las poblaciones que el Distrito identifica, caracteriza y vincula al colegio para brindarles la oportunidad de estudiar, mediante múltiples estrategias.

Ana Lucinda ingresó nuevamente al colegio gracias una de esas estrategias: la alianza entre las Secretarías de Educación y de la Mujer del Distrito, para acoger a madres cabeza de familia en una de las 18 Casas de Igualdad de Oportunidades que operan actualmente en la ciudad.

“Estudiaba en la Casa de igualdad del barrio La Candelaria en Bosa, los lunes, martes, jueves y sábados de 7 a 11 de la mañana. Aunque vivo en el barrio Quiroga y me tocaba transportarme desde la casa hasta aquí, es un esfuerzo que vale la pena hacer”, reconoce Ana Lucinda.

Fue así como luego de casi tres décadas de haber postergado sus estudios, esta mujer de piel morena y ojos rasgados pudo recibir su diploma de bachiller para ganarle el pulso a las dificultades y así mirar al futuro con esperanza.

“Este era el sueño que yo anhelaba. Compartí muchas cosas bonitas con mis compañeros y a pesar de mis dificultades y de mi realidad en esta ciudad, porque vengo de una cultura indígena, me he familiarizado con Bogotá. Estoy muy agradecida”, confiesa Ana Lucinda.

Pero eso no es todo. El bachillerato terminado le permitirá a Ana fortalecer su empresa, ya que desde 2010, la vida le dio la oportunidad de aprender diseño y patronaje de ropa deportiva y de vincular a varias personas a la conformación de su propia empresa. Ahora, con su diploma de bachiller en mano, podrá inscribirse a Gestión Administrativa en el SENA y seguir creciendo.

Nunca es tarde para terminar el bachillerato y prosperar. Mi empresa cada día da más producción. Tengo 7 madres cabeza de hogar que trabajan conmigo. Juntas distribuimos a 4 colegios de la localidad y queremos seguir creciendo”, cuenta convencida.

Aunque su madre ya murió y su padre y sus hermanas se quedaron en el Amazonas, Ana Lucinda sigue llevando su pueblo y su familia en las venas. Y por eso, en nombre de los miles de indígenas que viven hoy en la ciudad, se atreve a dejarles un último mensaje.

Quiero decirles a todos mis paisanos que estudien y terminen. A veces una se queda cuidando a los hijos, pero como mujeres también podemos salir adelante, para conseguir un mejor futuro para los hijos”.

Quienes estén interesados en ingresar o continuar sus estudios bajo la modalidad de modelos educativos flexibles, así como las niñas, niños y jóvenes que ingresan al sistema educativo oficial desde preescolar hasta grado 11, podrán inscribirse hasta el próximo 27 de octubre a través de la página www.educacionbogota.edu.co, en el marco del proceso de matrículas para el año escolar 2018.

Conozca el calendario de inscripciones, asignación de cupos y matrículas aquí.

Porque una ciudad educadora es una Bogotá mejor para todos

 


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