La apuesta por el bienestar físico y mental del colegio Juan Evangelista Gómez para el regreso

Lo chévere de volver es reencontrarnos con lo que más nos gusta y nos apasiona. Y eso lo saben bien en esta institución de San Cristóbal, en donde el regreso se vive con taekwondo, porras, fútbol y hasta el club de inglés. Esta es su experiencia.

En el colegio Juan Evangelista Gómez hay una constante: niñas, niños y jóvenes alegres, motivados, dispuestos, entusiasmados y, sobre todo, enamorados de su colegio. Desde muy temprano y hasta en las horas de la noche, las voces y sonrisas inundan los pasillos y los diferentes espacios de esta institución.

Y es que no es para menos: la comunidad educativa de este colegio ubicado en la localidad de San Cristóbal regresó a la presencialidad con sus tres jornadas el pasado 8 de julio, con las clases de las asignaturas habituales y, a su vez, reactivando los grupos institucionales de participación pedagógica que ayudan a los estudiantes a que ejerciten el cuerpo y la mente en su tiempo libre, a través de la disciplina que los apasiona.

Para que esto fuera una realidad, semanas atrás la institución planeó esta estrategia para abordar el reencuentro como punto central en el retorno a la presencialidad. En ese sentido, directivos docentes, maestras y maestros buscaron que el regreso se hiciera en otros escenarios diferentes a las aulas de clase, que fuera en espacios abiertos en donde niñas, niños y jóvenes pudieran hacer lo que más les gusta con tranquilidad, de forma segura y biosegura.

La propuesta es sencilla: mientras una jornada está en clases presenciales, la otra realiza actividades extracurriculares. El objetivo institucional que se trazó para volver a la escuela fue el de enamorar a los estudiantes nuevamente de su colegio por medio de actividades deportivas, académicas y de recreación.

De esta forma se apostó para que los grupos de participación taekwondo, porras, escuela de fútbol y club de inglés activen física y mentalmente a toda la comunidad, y complementen la formación de los estudiantes.

Frente a este escenario, John Fonseca, rector del colegio, destaca que “retomar las actividades escolares con esta estrategia nos permitió que los estudiantes volvieran de una forma motivacional, porque aquí no solo está en juego lo académico, sino también lo social, emocional y lo humano de los chicos, de padres de familia, maestros y todos los que trabajamos en el entorno educativo”.

Asimismo, destaca que “los estudiantes que pertenecen a estos grupos institucionales quieren y les gusta estar allí, tienen un altísimo sentido de pertenencia con cada una de las escuelas deportivas y académicas a las cuales pertenecen, por tanto, su motivación es doble: una por regresar al colegio y la otra, por hacer lo que les apasiona”. 

Esta experiencia se enmarca en lo que la Secretaría de Educación ha denominado como la ‘Pedagogía del reencuentro’ y la han experimentado desde la primera semana de regreso 170 estudiantes en la jornada de la mañana y 100 en la noche. Por su parte, un total de 21 docentes realizan el acompañamiento a las diferentes actividades pedagógicas.

A través de estos grupos, las y los estudiantes han logrado ejercitarse, liberar su mente, quitar el estrés, cuidar su cuerpo y lo más importante: mejorar su salud física y mental. Una iniciativa con la que la institución retoma los procesos y fortalece los lazos afectivos y académicos que se perdieron por causa de la pandemia durante una año y medio.

Para David Díaz, estudiante de grado 10, “aquí distraigo mi mente, ya no estoy encerrado en la casa, jugar fútbol es una forma de expresarme con lo que me gusta hacer y gracias a este deporte evito el sedentarismo y fortalezco mi bienestar y salud”.

Andrea Moreno, docente del club de inglés, menciona que su labor ha sido mucho más fácil desde la presencialidad. “Volví a despertar la vocación real de trabajar dentro del aula de clase, porque puedo observar las emociones de mis estudiantes y saber si me están entendiendo realmente, situación que desde la virtualidad era bastante complicado de determinar”.

En suma, esta estrategia fue muy apropiada para los estudiantes y acogida de la mejor forma por los demás integrantes de la comunidad educativa. Según Adrián Jaime Sierra, docente de taekwondo, “combinar las actividades extracurriculares con las académicas permitió que niñas, niños y jóvenes se favorecieran de manera significativa porque lograron adaptarse más fácil al ritmo escolar”.

Logros alcanzados

Para el rector John, el balance es positivo y receptivo. “Esta estrategia no fue impuesta, al contrario, fue concertada con toda la comunidad que reconocía la necesidad de volver. Por eso, el colegio diseñó muy bien este proceso, con una metodología clara y con todos los protocolos de bioseguridad. Adicionalmente, los padres de familia entendieron cuál era su responsabilidad en este proceso de retorno a la presencialidad”.

Con el regreso, las y los estudiantes compartieron con sus compañeros sobre las experiencias emociones, retos, aprendizajes y reflexiones derivadas de la pandemia. A través de este ejercicio de socialización, se revive la esperanza y el compromiso de las niñas, niños y jóvenes para continuar con las acciones de cambio frente a la organización de la vida social.

Nelson Camilo Viancha, maestro de ciencias sociales y económicas, y quien entrena al equipo de fútbol, expresa que “en estos espacios los estudiantes son más felices porque están alejados de muchas cosas que ellos no deberían hacer. Venir les cambia la mentalidad, especialmente con los valores que se le generan desde la escuela”.

Por su parte, César Suárez, docente de porras, señala que esta estrategia del regreso permite vivenciar la escuela en espacios pedagógicos más amables, cordiales y de interés con nuestros estudiantes. “Su interacción es mucho más abierta, en sus actitudes se nota la alegría, la felicidad de un retorno a su espacio vital y académico”.

Este docente invita a niñas, niños y jóvenes de otras instituciones educativas para que, bajo un ambiente de entornos seguros, “regresen a sus colegios para hacer aquello que les motive en la escuela, en lo que sean talentosos y que los haga felices”.

Académicamente, los estudiantes que regresaron a la presencialidad han mejorado. Frente a las dudas, tienen a sus docentes para que expliquen y puedan retroalimentarlos con los temas de clase. Adicionalmente, es notoria la alegría por volver al aula, el reencuentro entre estudiantes y docentes evidencia espacios pedagógicos más amables y cordiales.

Las actividades presenciales son fundamentales para cualquier estudiante, facilita el ritmo educativo, la salud mental, vivir más tranquilos y también en el aprendizaje. Así lo señala, el profesor Adrián: “el cambio ha sido significativo, los muchachos se muestran muy prestos, motivados, atentos, realmente se encuentran felices de volver a su entorno. En realidad, es su segundo hogar”.

Respuesta de la comunidad

De acuerdo con las directivas del colegio, la acogida es total, a las y los estudiantes les gusta ir a la institución para adelantar prácticas lúdicas y deportivas, despierta en ellas y ellos la alegría de realizar estas actividades con sus amigas y amigos sin presiones, en un espacio cálido y agradable. “Son ellos, los que piden que se otorguen más horas a estos grupos de participación”, resaltan los profes.

A estos grupos se han sumado otros docentes de la institución para apoyar sus prácticas. De otra parte, esta iniciativa cuenta con la aceptación de varios integrantes de la comunidad educativa. Muestra de ello, son las múltiples opiniones en las que se destaca esta labor:

- Alisson Beltrán, integrante del grupo de porras:

“Rregresar al colegio por medio de este grupo me ayudó a salir de la monotonía de la casa y también a mantener mi disciplina, me siento muy feliz de estar con mis compañeras ya que hemos podido avanzar con nuestro entrenamiento y hemos estado unidos una vez más”.

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- Yoarled Quiroga, integrante del grupo de taekwondo:

“Todo se hace de manera muy responsable y destaco que todos ponen de su parte para que la clase funcione, esto me ayuda a tener una motivación más para salir a la calle, no solamente quedarnos en la tecnología por la pandemia, es mejor estar acá y estoy muy feliz”.

- Alberto García, padre de familia:

“Mi hijo está muy motivado con el regreso a clases presenciales, ahora se levanta y se alista desde muy temprano y esto me gusta porque lo mantiene activo desde las primeras horas del día”

- Diego Alejandro, integrante de club de inglés:

“Tener a la profesora de forma presencial me ha ayudado a entender mejor los temas y aprendo mucho más. Siento que así es la forma como debemos estudiar”.

- Harold Rativa, integrante del grupo de fútbol:

“Regresar a las prácticas deportivas me cambió la vida, estuve encerrado en casa por un año y medio y venir me hace muy feliz porque cuido mi salud”.

En las próximas semanas, el Juan Evangelista Gómez espera reactivar los grupos de danzas, teatro, gimnasia y el club de matemáticas. “Todas estas actividades diferenciales estarán enfocadas y planeadas desde lo físico, artístico y lúdico, para que este regreso sea cercano, afectivo y atractivo para nuestros estudiantes”, puntualizó el rector Fonseca.

¡La educación en primer lugar!