Fecha de publicación: Jue, 19/05/2022 - 11:38

El profe que transformó la vida de sus estudiantes a través del juego

La pasión por el balonmano llevó al docente Javier Hernández del colegio Germán Arciniegas a diseñar una estrategia deportiva para fortalecer el bienestar socioemocional, los valores y la salud física en los estudiantes a través de la sana competencia y el trabajo en equipo. #MiProfeMiHéroe

Este centro educativo, ubicado en la localidad de Bosa, ha sido protagonista en el sector de la educación, no solo por su compromiso pedagógico y académico con la comunidad, sino porque es el único colegio oficial de la ciudad que con su profesor de educación física y casi un centenar de niñas, niños y jóvenes practican la disciplina deportiva balonmano en la institución.

Su equipo mixto es puro corazón. Entrenan dos veces por semana en la cancha de microfútbol de la institución, y sin la indumentaria reglamentaria por sus altos costos. Solo las zapatillas tienen un costo superior a los 200 mil pesos. Sin embargo, esto no ha sido un impedimento para que entreguen todas sus ganas y energía a este deporte.

La iniciativa se materializó gracias al empeño y motivación del profesor Javier Hernández de 34 años, apasionado por este deporte y quien se puso la 10 para diseñar el proyecto ‘Balonmano Germanistas’. Su meta es la de convertir este juego en una familia que le apuesta al respeto, el compromiso, la responsabilidad, el compañerismo, la tolerancia y el amor por el handball.

Estudiantes de balon-mano

Balonmano Germanistas se caracteriza por ayudar a combatir el sedentarismo y mejorar la salud mental de la comunidad educativa. Ejemplo de ello es Daniela Puin, estudiante y jugadora, quien era una persona intranquila y agresiva, pero ahora es más calmada y serena. Cuenta que practicar este deporte la relaja, le ayuda a evitar el estrés académico, se siente bien de salud y la pone a pensar en otra cosa.

Como ella, otros jóvenes del colegio han dejado de lado el ocio y los malos hábitos para ejercitarse en este deporte y así oxigenar su mente y cuerpo. Para el estudiante Sebastián Acosta, “esta actividad me distrae, me hace sentir que soy parte de un equipo que te apoya todo el tiempo, ahora soy más responsable y comprometido con mis deberes académicos porque debo dedicarme a entrenar y estudiar”.

La constante del equipo es que son una familia. “En este espacio deportivo los estudiantes tienen un ejercicio de vida que los transforma, son felices, se están consolidando como grandes deportistas y adicional a ello, se forman en valores, la sana competencia y sobre todo el trabajo en equipo”, destaca Sorangela Miranda, rectora de la institución.

Estrategia deportiva

Nuestro héroe vestido de entrenador es licenciado en Educación Física de la Universidad Pedagógica Nacional y magíster en Educación de la Universidad Distrital. Es docente en el colegio Germán Arciniegas desde 2015 y hace cinco se dedica a su proyecto que enseña en todas las generaciones de la comunidad escolar.

Estudiante jugando balon-mano

Cuando el profe Javier llegó a este colegio tenía en mente implementar un proyecto pedagógico en el que sus estudiantes tuvieran la oportunidad de conocer y explorar un deporte alternativo, diferente a los que se trabajan en el área de educación física (futbol, básquet, gimnasia o voleibol) y, a su vez, transformar de manera positiva los hábitos de niñas, niños y jóvenes por medio de este juego.

El Balonmano es un deporte colectivo que combina las técnicas del baloncesto y el fútbol para dar paso a un juego acelerado y competitivo. Es un deporte muy completo porque se trabaja resistencia, flexibilidad, velocidad y fuerza. La duración de un partido es de una hora dividida en dos tiempos de 30 minutos.

La apropiación de este deporte por parte de las y los estudiantes fue lenta. En un comienzo, el docente Javier tuvo que enseñar el abecé de esta disciplina y, posteriormente, explicar desde la práctica los movimientos tácticos en la cancha y la técnica con el balón. Con el tiempo, estudiantes de otros grados se fueron vinculando y así el proyecto comenzó a crecer.

Con el grupo conformado, las experiencias positivas de vida en las y los estudiantes empezaron a florecer. Y esto era lo que buscaba el profe Javier: escuchar y motivar a superarse a quienes se unieron al equipo y formar una familia para tener apoyo, crear lazos de amistad y, sobre todo, un acompañamiento constante en el aprendizaje y en campo socioemocional porque algunos chicos venían remitidos desde orientación escolar.

Estudiante jugando balon-mano

Gracias al balonmano, diferentes estudiantes salieron de la rutina de casa, de contextos difíciles de violencia, algunos se sentían muy solos y tenían mucha dependencia hacia las redes sociales. Adicionalmente, las salidas a partidos con otros colegios privados de la ciudad ayudo a que las y los estudiantes conocieran otros contextos, otras formas de ver un deporte y de socializar.

El equipo en 2019 participó en los juegos Supérate, Campeonato nacional y Festival nacional de balonmano corazonista. En 2022 realizó un intercambio nacional con estudiantes de otras zonas del país. “Este es proyecto es innovador para la escuela, porque abre otro espacio de enseñanza aparte de los deportes tradicionales, es algo que llama la atención a la comunidad educativa. Estamos en un contexto en donde niñas, niños y jóvenes quieren explorar y conocer nuevas experiencias”, resalta el profe Javier.

El proyecto en la pandemia

Las ganas y la pasión por este deporte no detuvieron a sus integrantes durante la pandemia por covid-19. Según relata el profe Javier, “muchos de los estudiantes me llamaron para que continuáramos con los entrenamientos virtuales, esto me llevó a diseñar diferentes sesiones metodologías en plataformas digitales”.

Estas acciones llevaron al equipo a participar en un campeonato virtual que se hizo en Cali denominado ‘habilidades de balonmano en pandemia’. En este espacio, las y los estudiantes del colegio Germán Arciniegas tuvieron la oportunidad de socializar con más deportistas de las ciudades de Cali y Manizales y también de países como España y Perú sobre este deporte y sobre el momento que vivía el mundo.

Para el profe Javier, “la oportunidad de trabajar con los chicos desde la virtualidad nos permitió reencontrarnos y fortalecer los lazos de confianza en el equipo. No solo nos ejercitábamos, también abrimos el espacio para dialogar sobre cómo se sentían y si necesitaban algo”.  

La meta para el 2022

El equipo de este colegio tiene varios sueños. El primero es seguir expandiendo el proyecto y así tener a toda la comunidad jugando balonmano desde el área de Educación Física y, dentro del proyecto, tener más de 200 jugadores.

Con niñas y niños más grandes, se espera ganar los Juegos Supérate, asistir a un campeonato nacional en donde ya tienen invitaciones desde Armenia y Medellín. Con el consejo directivo de la institución y los padres y madres de familia se está haciendo el esfuerzo para lograr materializar esta experiencia de vida con las y los estudiantes.

Estudiantes jugando balon-mano

Para el profe Javier esta experiencia ha sido muy significativa a nivel personal. “Enseñarles a estos niños, que no vienen solo hacer deporte, sino que vinimos a formar una familia… los valores se fortalecen cuando salimos a encuentros deportivos desde la manera como se comportan, cómo interactúan con los demás, para mí, es muy bonito, porque realmente muchos de ellos no tienen la oportunidad de salir de su localidad”.

A nivel profesional, “este deporte me da la posibilidad de enseñar que mi asignatura no es solo salir, correr o patear un balón, sino que la educación física es un campo del saber en el que se generan experiencias corporales y de vida.

Por todo esto, Javier está entre miles de docentes en la ciudad que tiene el sello #MiProfeMiHéroe, con su trabajo impacta de forma positiva la vida de sus deportistas y sus familias y hace del colegio un escenario de felicidad, de compromiso y de formación integral en las y los estudiantes.

¡La educación en primer lugar!


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