Fecha de publicación: Jue, 29/07/2021 - 18:06

El profe QR

Miguel González, maestro del colegio Unión Europea de Ciudad Bolívar, tiene un mundo lleno de ingenio y tecnología en su cabeza. Gracias a esto, desarrolló una estrategia para fortalecer el proceso de lectura de sus estudiantes durante la pandemia a través de códigos QR. Esta es su historia.

Miguel González es la mente maestra detrás del conocido proyecto ‘El oso Math’ y, ahora, del libroSoy un astronauta muy aterrizado’.  Ambas ideas desarrolladas a través de códigos QR.

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Aún con las dificultades impuestas por la pandemia y el distanciamiento, Miguel se propuso fortalecer el proceso de lectura de sus estudiantes, ayudado de su tan amada y aliada tecnología. Quiso hacer algo viable, teniendo en cuenta que no todos sus estudiantes tienen acceso a internet, lo que implicaba que fuese un juego off line

Iniciando el año 2021, en el colegio trabajaron la escritura con las niñas y los niños, buscando que pudieran contar historias muy personales a través de una temática específica: el espacio.

Fue así como surgió ‘Soy un astronauta muy aterrizado’. El objetivo era lograr que los estudiantes se identificaran con los astronautas y que, a pesar de las circunstancias, se proyectaran a un rol más significativo: qué significaba ser astronautas y como podían contar sus experiencias vividas en pandemia desde ese rol.

Del ejercicio obtuvieron historias sentidas y de impacto. Fue en ese momento que Miguel decidió ir un paso más allá. ¿Cómo hacer que las historias lleguen a más personas? “Pensamos que podíamos implementar el aprendizaje de la lectura de los códigos QR. Por lo tanto, hicimos una sensibilización en conocimiento de qué es un código QR, cómo es actualmente el avance tecnológico y cómo a través de este tipo de códigos los niños podrían ver sus cuentos”.

El resultado fue fenomenal, pues se pueden ver aproximadamente 90 cuentos a través del invento de Miguel.

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Y si bien la recompensa ha sido ver los cuentos de sus estudiantes plasmados en el libro, quizás una de las satisfacciones más grandes para este apasionado maestro fue la ayuda y el apoyo que recibió de dos de sus colegas. Maestras mayores, pero apasionadas como él por la educación. Celmira Torres y Nohora Medina decidieron apoyarlo y sumarse al proyecto, sin tener la más remota idea sobre el uso de los códigos QR.

Sin embargo, Miguel pudo y quiso transmitir su conocimiento a sus colegas, y ellas, con enorme interés, aprendieron y se sumaron a la iniciativa. Fue así como se consolidó el proyecto, y los 3 de la mano, se encargaron del diseño, correcciones de estilo de los textos, tomaron fotografías y finalmente convirtieron los cuentos a la tecnología QR.

“Fue un trabajo arduo, pero todos aprendimos. Las profes desconocían esta tecnología y para mí lo más importante es saber que sí se puede hacer transferencia de conocimiento entre colegas, porque eso también es innovación e incita a que todos estemos en la vanguardia tecnológica”.

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Miguel, sus colegas y los padres de familia de la institución, están felices con el resultado del libro. El profe González es un convencido de que “los niños necesitan que vayamos involucrándolos y deben ir conociendo nuevas tecnologías”.

Su pasión por la enseñanza y la tecnología lo condujeron a postularse al Global Teacher Prize Award y al premio Compartir al Maestro. Aunque Miguel no sea experto en tecnología, sí tiene un profundo interés que por innovar pues dice no querer quedarse rezagado en “este mundo que va tan rápido”.

 

¡La educación en primer lugar!


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