Fecha de publicación: Mié, 27/09/2023 - 09:26

El ‘Botiquín verde’ del colegio INEM Francisco de Paula Santander que le apuesta a una vida saludable

El estudiante Nicolás Ardila es uno de los líderes de este proyecto que utiliza plantas aromáticas y medicinales, cultivadas en la huerta escolar, para crear remedios naturales que podrían minimizar los síntomas de dolores de cabeza, estomago, musculares, cólicos premenstruales y golpes por caídas, entre otros malestares.

Esta es una súper idea del programa de Niñas y Niños Educan a los Adultos que comenzó hace cinco años con la travesía de Nicolás, entre la biología y la química. Su pasión y la de 30 estudiantes más por estas áreas del conocimiento los motivaron a ser parte del semillero de investigación ‘Botiquín verde’ del colegio INEM Francisco de Paula Santander, ubicado en la localidad de Kennedy. Ellas y ellos investigan las propiedades de las plantas aromáticas y medicinales para mejorar la calidad de vida de las personas.

Su labor es como la de un investigador científico: se la pasa entre el trabajo de campo en la huerta escolar, cultivando y recolectando la cosecha de mora, lechuga, aromáticas como yerbabuena, menta, manzanilla, caléndula e hinojo, entre otras, y en el laboratorio de química del colegio, analizando las plantas en la parte fisiológica y bioquímica vegetal.

El trabajo académico implementado implicó fases como autoformación, autoorganización, desarrollo de la línea temática, socialización y producción del conocimiento. Este incansable Semillero tiene buenos resultados: sus estudiantes tienen productos como aguas aromáticas, jugos y yogures; también cremas para dolores musculares. Todo esto como estrategia de alimentación saludable para disminuir el consumo de productos químicos y procesados.

“Me gusta analizar los compuestos de lo que cultivamos en el colegio y entender para que sirven en el tema medicinal y sus implicaciones. Creo que no estamos lejos de considerar que algún día, los productos que hacemos en el semillero sirvan como remedio para nuestra comunidad educativa y que se puedan usar en la enfermería”, señala Nicolás.

‘Botiquín verde’ es una realidad, gracias a Edith Constanza Negrete y Elsa Patricia Parra, docentes del área de Ciencias Naturales y Educación Ambiental de la Institución, quienes desde 2011 acompañan esta iniciativa que apuesta por la formación en investigación científica de los estudiantes.

Para materializar el semillero, Nicolás, junto a sus compañeros y las profes, se capacitaron en temas de cultivo, cuidado y manejo de plantas aromáticas y medicinales por el Jardín Botánico y realizaron talleres de fundamentación temática en biotecnología vegetal.

De igual forma, adelantaron el montaje de ensayos experimentales sobre reproducción de plantas medicinales, trabajo de campo de etnobotánica, recuperación de memoria histórica del uso tradicionales de plantas, revisión bibliográfica y ensayos en laboratorio.

Para las docentes, esta iniciativa es un proyecto de vida que ha transformado la realidad de sus estudiantes. Muestra de ello es que varios estudiantes del Semillero han sido seleccionados como jóvenes investigadores en Maloka, el Sena y otros establecimientos de Educación superior.

Nicolás tiene pensado estudiar química industrial como carrera profesional. “Tener la posibilidad de integrar las ciencias naturales con el saber ancestral medicinal, el cultivo en huerta y el trabajo de laboratorio es algo que me apasiona, este es un espacio de investigación donde los estudiantes somos el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje. Todo esto hizo que me enamorará por la biología y la química”.

“Con ‘Botiquín verde’ los estudiantes desarrollan habilidades científicas, comunicativas, de convivencia, de ciudadanía y de pensamiento crítico, las cuales les permite desenvolverse en cualquier carrera que deseen ejercer y la sociedad en general”, comenta la profesora Elsa.

Esta iniciativa hace parte de las súper ideas del programa de Niñas y Niños Educan a los Adultos, estrategia de la ciudad en la que las y los más pequeños nos enseñan cómo cuidar el medio ambiente, valorar la diversidad, aprender a través del juego y muchas cosas más. Ahora, ellas y ellos están transformando la ciudad y el campo.

El objetivo es que niñas y niños sean comprendidos y escuchados como seres políticos con capacidades creativas, sensibilidad y saberes, siendo protagonistas de un proceso de transformación cultural que promueva relaciones armoniosas entre niñas, niños y adultos. A la fecha, existen 508 súper ideas en los colegios oficiales de Bogotá.

¡La educación en primer lugar!


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