Fecha de publicación: Jue, 11/06/2020 - 15:24

8 reflexiones para que todos digamos no al trabajo infantil

El trabajo infantil ha aumentado en el mundo debido a la pandemia del coronavirus. El Distrito conmemora este 12 de junio el día de la lucha contra este fenómeno y nos invita a reflexionar sobre su prevención. La educación en primer lugar.

Para el Distrito es fundamental que la sociedad bogotana reconozca los cambios en las dinámicas familiares que se han generado en torno a la contingencia causada por la covid - 19 y que han llevado al aumento del trabajo infantil. Por eso, hacemos un llamado a las familias a reflexionar para evitarlo.

La Secretaría de Educación, a través de la implementación de la estrategia para abordar el trabajo infantil desde la escuela ‘Suma de sueños’, le apuesta a la permanencia en el sistema educativo de niñas, niños y adolescentes que se encuentran inmersos en dinámicas de trabajo infantil o en riesgo de serlo.

También reconoce el papel de la familia en la garantía de los derechos de las niñas, niños y adolescentes como sujetos de especial protección constitucional y, en esta medida, en el abordaje del trabajo infantil junto con la escuela que lleve a la desincentivación del trabajo infantil y el retiro paulatino de niños, niñas y adolescentes a esta problemática.

Con ocasión del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, que se conmemora este 12 de junio, hacemos un llamado a familias y cuidadores frente a las actividades que sus hijas e hijos están realizando en casa en medio de la contingencia, a través de estas 8 reflexiones:

1) Las niñas, niños y adolescentes no deberían trabajar en la calle, el campo o el hogar, ¡sino en sus sueños!

2) Pregunten a sus hijas e hijos cuáles son sus sueños, es en ellos que deben trabajar y la educación es el medio.

3) La familia y los cuidadores tienen un rol protagónico en el abordaje del trabajo infantil, por lo que uno de los factores más importantes para su erradicación es transformar el significado que los niños, niñas, adolescentes y sus familias le otorgan a la educación, creando vínculos afectivos con la escuela.

4) La educación es uno de los motores para la erradicación del trabajo infantil. Invitamos a las familias a hacer parte de este proceso desde la participación en los contenidos de radio, televisión, físicos y digitales de la estrategia ‘Aprende en casa’.

5) Las familias deben participar en los espacios de la escuela, indicando que no es exclusivo de niñas y niños, sino que da cabida al diálogo de saberes y al aprendizaje para adultos.

6) Pensar en el retiro de las niñas, niños y adolescentes de la escuela, para que aporten a la economía del hogar, no suma a la mejora de vida de las niñas y los niños. Al contrario, empobrece y destruye sus sueños y le quita la oportunidad a vivir los mejores años de su vida.

7) Existen actividades desarrolladas por niñas, niños y adolescentes que, en la emergencia sanitaria por el coronavirus y la permanencia en casa, no se catalogan como trabajo infantil. Por el contrario, obedecen a acciones propias de su formación y desarrollo integral, tales como ayudar a sus padres, madres y/o cuidadores en tareas del hogar. Estas actividades no constituyen trabajo infantil en tanto no afecten el desarrollo integral de la infancia y la adolescencia y no involucren una cantidad de tiempo excesiva.

8) El desarrollo de actividades que implican dedicación de un tipo mayor a 15 horas semanales y que, por el tipo de actividad particular, afecten la salud o pongan en riesgo a las niñas, niños y adolescentes son catalogadas como trabajo infantil. Un ejemplo de esto son actividades en el estén expuestos a la manipulación de productos químicos o materiales de los que no tengan un adecuado manejo como cuchillos para el corte de alimentos.

Trabajo infantil en Bogotá

En la última medición realizada en el año 2019 por la Secretaría de Educación, se identificaron 837 estudiantes inmersos en dinámicas de trabajo infantil. El 56,4 % eran niños (472 estudiantes), el 43,2 % niñas (362 estudiantes) y 3 estudiantes (0,4 %) se reconocieron como transgénero.

El análisis arrojó también que el mayor número de estudiantes inmersos en dinámicas de trabajo infantil se concentró en el rango de 9 a 11 años, con 307 estudiantes (36,7 %), seguido del rango de 12 a 14 años con 273 estudiantes (30,7 %), y en tercera instancia el rango de edad de 15 a 17 años con 257 (30,7%).

De acuerdo con la distribución de actividades económicas, se encontró que el mayor número de estudiantes realizaba actividades en encierro parentalizado (servicio doméstico en sus propios hogares); en segundo lugar, el cuidado de personas y en un tercer lugar, ventas ambulantes.

Los datos que arroja la pandemia

Según la Organización Internacional de Trabajo (OIT), actualmente hay 153 millones de niñas, niñas y adolescentes inmersos en dinámicas trabajo infantil. Las niñas en particular, además, pueden verse abrumadas por el aumento de las tareas domésticas y las responsabilidades de cuidado en el hogar.

La organización también llama la atención sobre la masiva interrupción mundial de la educación causada por las medidas de confinamiento y la falta de soluciones de aprendizaje a distancia que, en muchos países, podría provocar el aumento del número de niños en situación de trabajo infantil.

La reflexión concluye que muchos hogares recurrirían al trabajo infantil para hacer frente a la pérdida de empleo y a la crisis sanitaria asociadas al covid -19, en particular, si los niños no están en el sistema educativo.

¡La educación en primer lugar!


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