Fecha de publicación: Vie, 06/03/2020 - 11:51

Educación: lo primero para que 387 mil niñas de Bogotá hagan historia

La educación pública se suma a la conmemoración del Día Internacional por los Derechos de las Mujeres con actividades de reflexión y reconocimiento en todos los colegios oficiales.

La educación es lo primero para promover la equidad, la formación integral, las capacidades y habilidades de la infancia y la juventud de la capital. Un reto planteado por la alcaldesa Claudia López, en el que son protagonistas las más de 400 mil mujeres y niñas que hacen parte de la educación oficial.

387.152 niñas y jóvenes (el 49,2 % de la matrícula oficial), 23.503 maestras, 931 directivas docentes y 1.818 administrativas a quienes la Secretaría de Educación del Distrito reconocerá este 8 de marzo en el marco de la conmemoración del Día Internacional por los Derechos de las Mujeres.

Además de reflexiones al interior de todas las aulas capitalinas durante el mes de marzo, este domingo la entidad reafirmará sus compromisos con los derechos de las mujeres del sector educativo, en una conmemoración que se realizará en el parque El Tunal con yoga, música, arte, cultura y lectura, entre otras actividades.

Agenda

Edna Bonilla, secretaria de Educación del Distrito, es enfática en la educación como prioridad para alcanzar la equidad en una Bogotá “aparentemente progresista e incluyente, pero en donde, como lo ha dicho nuestra alcaldesa, las mujeres son tres veces más pobres que el resto de la población”.

“Plantear un nuevo contrato social para la ciudad incluye romper brechas y generar oportunidades. Que garanticemos educación de calidad para que las mujeres puedan ejercer libremente sus derechos y tener autonomía económica”, enfatiza la funcionaria.

8M: una oportunidad para reflexionar sobre el papel de las mujeres en la historia

Con el impulso de la Alcaldía Mayor, este 8 de marzo los bogotanos “Reconocemos que las mujeres hacen historia”. Docentes y estudiantes de la ciudad también aprovecharán para que reflexionar en estas tres perspectivas:

1. “Niñas y mujeres inspiradoras serán una sola a través de la palabra”: El objetivo es hacer visibles a las niñas y mujeres que hacen historia a través de sus roles, trabajos y sabiduría, rompiendo paradigmas y alcanzando logros en temas vitales como la salud, educación, deporte, ambiente, cultura, arte, ciencia tecnología y política, entre otros.

2.  “¿De qué quieren hablar las niñas y las mujeres?”: Posibilita un espacio abierto de diálogo frente aquellos miedos, situaciones, y circunstancias que les afectan y desean transformar.

3. “Tejiendo desde la reconciliación y el cuidado”: Es el momento para reflexionar y configurar escenarios de prácticas de protección, autocuidado y cuidado de las niñas y mujeres, a través de la construcción de convivencia y ciudadanía en los ámbitos individuales, familiares, comunitarios, institucionales y sociales.

Mujeres y niñas que hacen historia

“Nací para ser líder”, dice con tono franco Sara Flechas, estudiante de grado once del colegio Alfonso López Michelsen. A sus 16 años, está convencida del poder y capacidad de las mujeres para construir un mundo distinto, “libre de violencias de género, donde exista una real garantía de los derechos”. 

Sara ha sido una promotora en la articulación de espacios de participación juvenil, incentivando principalmente a sus compañeras para que se involucren en estos escenarios. Afirma que el empoderamiento es un proceso que inicia con la empatía hacia los demás y el reconocimiento propio.

Con mucha satisfacción, Sara cuenta que ha desempeñado cargos como ser contralora de su colegio, participando en la Red Distrital de Contralores y, a la vez, ser parte de la Simulación de la Organización de las Naciones Unidas, ejerciendo el cargo de Secretaria Adjunta, siendo el segundo puesto más importante en Simonu.

“El papel de nosotras las mujeres es primordial. En Simonu hice parte de la Comisión por el Bicentenario y fue maravilloso descubrir el empoderamiento de la mujer a través de la historia. Por eso, en el ejercicio de este modelo de la ONU, promoví para que en mi colegio existiera una Comisión especial para mujeres; tenemos mucho que decir y hacer”, enfatizó esta joven estudiante.

Con vehemencia, Sara insiste en la necesidad de que las mujeres se involucren más en los espacios de participación, ya que son oportunidades para proponer y decidir. Cuenta que, en su colegio, a través del gobierno escolar, impulsó la ‘Política de necesidades básicas’, que consiste en administrar mejor los recursos para lograr un mayor bienestar para todos los estudiantes.

“Cuando las mujeres nos empoderamos, luchamos por los derechos de todos, además podemos evitar violencias como el acoso sexual, el maltrato psicológico y prevenir embarazos no deseados”, concluye esta joven que quiere hacer historia.

¡La educación en primer lugar!


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