Fecha de publicación: Mar, 08/10/2019 - 16:44

Más de 700 asistentes en el VIII Encuentro Juvenil de Matemáticas de Jóvenes para Jóvenes

Estudiantes, docentes, familias y expertos de Bogotá, Cundinamarca, Villavicencio, Neiva, Tunja y otras ciudades y municipios participaron en la jornada encabezada por los colegios Próspero Pinzón y Abraham Lincoln.

El conocimiento no tiene barreras ni límites, el conocimiento es convivencia y construye paz. Esta fue una de las conclusiones principales que dejó el VIII Encuentro Juvenil de Matemáticas de Jóvenes para Jóvenes, que convocó a más de 700 personas entre estudiantes, docentes, familias y expertos interesados en aquellos proyectos e investigaciones que se gestan en los colegios oficiales y privados y en las instituciones de educación superior de nuestro país.

En esta oportunidad, la cita se cumplió en la universidad Sergio Arboleda, de Bogotá. Los colegios Próspero Pinzón, de Kennedy, y Abraham Lincoln, de Suba, fueron los anfitriones de la jornada, que convocó a 67 instituciones educativas de Bogotá, Cundinamarca, Villavicencio, Neiva, Tunja y otros municipios y ciudades.

“Es un espacio académico para presentar trabajos alrededor de la matemática, pero también para plantear la necesidad de diversificar los procesos de enseñanza y aprendizaje de esta ciencia. De esta manera, nuestros niños y jóvenes comprenden que sí es posible una educación de calidad en un área aparentemente difícil de entender. Es posible gozarse la matemática y encontrar en ella nuevas formas de aprendizaje y relacionamiento con otras disciplinas y con la sociedad”, aseguró Héctor Fernando Ramírez Hidalgo, rector de la institución educativa distrital Próspero Pinzón.

Eddy Pariguán, profesora asociada de la Universidad Javeriana y presidenta de la Comisión de Equidad de Género de la Asociación Colombiana de Matemáticas, dio apertura al encuentro con una inspiradora charla en la que invitó a las niñas y jóvenes a ser constantes y disciplinadas para demostrar sus capacidades en las ciencias exactas, en igualdad de condiciones que los hombres.

“Mi mensaje es que sigan su pasión. Si creen que es lo suyo, háganlo. Siempre vamos a encontrar mensajes negativos o personas que nos van a decir que es mejor hacer otra cosa. Aprendamos a dejar que esos comentarios pasen de largo y sigamos nuestros sueños”, expresó Pariguán.

Estudiando respondiendo una prueba en su pupitre

Durante el día, hubo espacio para ponencias presentadas por estudiantes y dirigidas a sus pares, concursos, conversatorios e intercambio de experiencias.

Orlandis Ruiz, estudiante de 11.º del colegio Agustín Nieto Caballero, expuso ante sus compañeros un juego que pone a prueba las habilidades de los niños y jóvenes, de manera sencilla y divertida.

“Aquí conocemos proyectos innovadores sobre matemáticas y presentaciones inquietantes para entender que las matemáticas son muy buenas. Mi consejo para todos los estudiantes es que estudien mucho”, comentó el joven.

Martha Yaneth Corzo Gómez, decana del Programa de Matemáticas de la Sergio Arboleda, se refirió a la relevancia de este encuentro y al nuevo rol que las niñas y las mujeres tienen.

“Queremos mostrarles a los estudiantes, a los docentes y a las familias que las matemáticas hoy están en todo, así que cualquier persona puede estudiarlas, lo único que se requiere es disciplina y gusto. Desde hace poco se impulsa el estudio de las matemáticas en las niñas; siempre se ha pensado que son para los hombres, pero estamos en esa tarea de demostrarles que alrededor del mundo hay mujeres matemáticas muy importantes. Por eso deben ensayar, probar, asistir a una clase, equivocarse y preguntar. Las matemáticas son para todos”, apuntó la decana Corzo.

Exhibición de las matemáticas y las mujeres

Desde su creación, los colegios organizadores de esta jornada han motivado a docentes y estudiantes a compartir las diferentes maneras de abordar y hacer matemáticas en el aula, que van más allá del desarrollo de algoritmos y operaciones. También, impulsan las capacidades y los talentos para la resolución de problemas, el análisis de la realidad, la creatividad y el pensamiento crítico. En suma, competencias y habilidades para la vida.

Deira Ordóñez Hernández, del colegio Nueva Esperanza, de Usme, presentó, junto a varios compañeros, el proyecto Mi Fábrica de Chocolate. Para ella, compartir este tipo de experiencias es elevar su conocimiento.

“Hacemos chocolates no convencionales con figuras geométricas y buscamos llevar nuestro proyecto a todos los colegios de Bogotá. Lo que más me gustó de este encuentro fue mostrar mi nivel académico para ser mejor cada día, porque estar acá me permite reconocer mis debilidades y ver cómo las podemos mejorar”, añadió Deira.


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