Fecha de publicación: Jue, 12/03/2015 - 12:24

‘SUMÉRGETE’ EN EL VIAJE: PRÓXIMA PARADA, LA INDIA

A través de los ojos de Polina Pal, la cooperante extranjera a cargo del aula de inmersión de lenguas extranjeras del colegio Villemar El Carmen, niñas, niños y jóvenes descubren el Taj Mahal y la danza clásica hindú. Aquí se habla y se aprende inglés para viajar a través del mundo.

Con una enérgica voz y las manos juntas e inclinadas hacia el pecho, Polina Pal saluda a los estudiantes del programa ‘Aulas de Inmersión’, en el colegio Villemar El Carmen de Fontibón. “Námaste”, dice la cooperante, tras dar la bienvenida a un grupo de niñas y niños de grado 2°.

Entre Polina y los estudiantes parecería haber un abismo de más de 15 mil kilómetros, que componen la distancia aérea entre India y Colombia, por no mencionar el paso por cuatro continentes distintos. Pero en el salón de clase, aunque ellos no hablan hindi –el idioma oficial de este país asiático-, ni ella español, hay algo que los une: el aprendizaje del inglés.

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“Estoy aquí enseñando y ayudando a los niños a entender el inglés mucho mejor de lo que lo hacían en el pasado”, afirma la cooperante, una mujer de 22 años que tuvo siempre educación bilingüe, por lo que asignaturas como matemáticas y ciencias siempre fueron para ella en el idioma anglosajón.

Aunque laboralmente se desempeña en compañías de márketing y nunca había pensado en ser profesora, su energía y conexión con los estudiantes salta a la vista, además del compromiso con este trabajo, que para ella significa una gran oportunidad para contribuir con sus conocimientos al progreso de Colombia.

“En India no me reconocerían si supieran que me levanto a las 4:30 de la mañana todos los días para venir a enseñar. Es algo que me ha cambiado realmente como persona. Esta es mi segunda experiencia, pues el semestre pasado compartí con los niños del colegio Las Violetas, en Usme”, cuenta.

Como maestra, Polina descubrió que el programa ‘Aulas de Inmersión’ con cooperantes extranjeros, que hace énfasis en un aprendizaje vivencial del inglés, tiene un gran impacto en los estudiantes, quienes “están acostumbrados solamente al español, pero al escuchar nuevo vocabulario a diario y sentirse ‘obligados’ a hablar y entender, obtienen las herramientas para profundizar en el idioma”.

Pero además, entendió que hay algo más importante que acompaña este proceso de enseñanza del inglés. Se trata de brindarles a los estudiantes la motivación suficiente para que ellos sigan sus sueños y sepan que tienen la capacidad para transformar sus vidas y vivir en el futuro una oportunidad como esta.

“Debo mostrarles cómo yo estudié duro, aprendí inglés y ahora estoy aquí enseñándoles, para que ellos también vean que pueden hacerlo”, asegura.

De India a Bogotá, una oportunidad de compartir

Al aula de inmersión de esta institución educativa de Fontibón asisten 200 estudiantes en cada jornada. En la primera clase, Polina recibió a los más pequeños. Muchos de ellos no habían tenido antes una clase totalmente hablada en inglés y ninguno había conocido personalmente a alguien proveniente de Asia.

 

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“Más que enseñarles inglés, quiero invitarlos a conocer mi país, a través de mis ojos y mis historias”, dice Polina. Por eso, en su clase, diariamente incluirá temas como la historia del Taj Mahal y la enseñanza de la danza clásica india, pues como bailarina profesional considera que esto les permite entender de cerca las tradiciones y creencias de la India.

Explicando los movimientos e instrucciones en inglés, niñas y niños de Fontibón aprenderán a bailar al ritmo de canciones como ‘Nagada Sang Dhol’, un clásico de la danza ‘Bollywood’, que con su música transportan de inmediato a la cultura asiática.

Tras conocerla por primera vez, estudiantes como Valentina y Juan Pablo,  aprendieron a identificar palabras como ‘bindi’ –un punto que llevan en la frente las mujeres en India–, y ‘sari’ –los vestidos tradicionales de colores llamativos y vibrantes–, además de las primeras frases básicas para entablar una conversación en inglés.

Como Polina Pal, otros 200 cooperantes llegaron a Bogotá en el 2015 para que a través de la enseñanza del inglés, niñas, niños y jóvenes de la ciudad puedan conocer sobre el mundo en la voz de sus protagonistas y descubrir las oportunidades que brinda el conocimiento de una segunda lengua.

Así, con el aprendizaje del idioma universal, Rusia, Italia, Australia, Canadá, Francia, China, Ucrania y Brasil, entre otros países más, hoy tienen presencia en 101 instituciones educativas de Bogotá. Porque en la educación más humana, ¡el mundo está al alcance de tus manos!

 

 


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