Fecha de publicación: Jue, 12/03/2015 - 16:07

VOLVIENDO A LA PACHA MAMA

La deidad inca que simboliza a la madre tierra, es la inspiración para enseñarles a las niñas de un colegio oficial de Bogotá a reconocerse como mujeres y a convivir en un mundo al que aún le cuesta virar hacia la igualdad de género. Un proyecto de transformación de realidades.

Manuela Ciro cuelga en el tablero una cartulina con una figura del cuerpo humano y pide a las niñas y niños más pequeños de su colegio que peguen en él su opinión sobre la pregunta ¿qué es ser mujer?

No es profesora, es una estudiante que está a punto de graduarse y sueña con jugar fútbol profesional. Ella es una de las talleristas que todas las semanas asiste a las actividades del grupo ‘Volviendo a la Pacha Mama’, liderado por las profesoras Claudia Torrejano y Viviana Alvarado.

Por estos días, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, en el colegio El Jazmín de la localidad de Puente Aranda se celebra la ‘Semana con Mirada de Mujer’. Este es un evento que se convirtió en tradición, luego de que el proyecto de estas maestras se posicionó como una estrategia pedagógica con la que sus estudiantes se acercan a su espiritualidad y se sensibilizan con la figura femenina que representa a la madre tierra.¡

De hecho, esa sensibilización es la que motivó las primeras salidas pedagógicas para ponerse en contacto con la naturaleza y posteriormente inspiró a la profe Claudia a proponer un enfoque de género a los talleres con los que complementan la formación de sus estudiantes.

Esta es la primera vez que Manuela dirige un grupo de niñas y niños. No se deja aturdir por los altos decibeles producidos por los gritos de los pequeños que hoy están a su cargo. Pero la joven tallerista no está sola. La apoya Valentina Nicholls, otra estudiante que está interesada en saber cuál es la respuesta de su público de pequeños.

Es también la primera vez que Valentina trata de captar la atención de estudiantes de menos de 10 años. Ella ha estudiado actuación y le encanta el teatro. Quizá por eso no le resulta difícil alentar a niñas y niños a participar.

Pero las respuestas de muchos estudiantes no dejan de asombrarla: “la mayoría sigue pensando que la mujer no es más que una niña de pelo largo con ojos bonitos”, revela Valentina al analizar los resultados de las pegatinas que llenaron el cuerpo humano en el tablero.

Manuela y Valentina saben muy bien que las mujeres tienen características que van más allá de lo físico y, por eso, la siguiente actividad es la proyección de varios videos donde niñas y niños conocerán un poco más sobre la importancia de la mujer en la sociedad.

Luego de ver los videos, las niñas y niños son orientados a construir una nueva concepción de la mujer: unos dicen que es trabajadora, otros dicen que es protectora, una niña dice que es madre y otra más perspicaz dice que la mujer reúne todas esas características y muchas más.

Las dos talleristas salen del salón un poco más tranquilas. Sobre todo Manuela, quien asegura que desde los 8 años percibió la falta de aprobación de amigas y amigos porque el fútbol se convirtió en su pasión.

 

Su entrenamiento es por estos días más intenso porque el 30 de marzo viajará con su equipo a un campeonato internacional que se realizará en Estados Unidos, y como integrante del grupo ‘Volviendo a la Pacha Mama’ demuestra que ninguna actividad, por ruda que sea, es exclusiva para los hombres.

“Todos saben quién es el 10 de la Selección Colombia de fútbol masculina, pero nadie sabe quién es la 10 de la selección femenina”, cuenta Manuela con una expresión irónica y complementa que ese tipo de situaciones de la vida cotidiana la llevaron a ser una asistente activa a los talleres y a las actividades que realizan con las profesoras Torrejano y Alvarado.

Esta última afirma que la idea no es promover machismo versus feminismo, sino enseñarles a niñas y niños que todos tienen las mismas oportunidades y aptitudes para desenvolverse en la sociedad.

La curiosidad se encendió en estas dos docentes y desarrollaron una idea que se convirtió no solo en parte transversal de la formación de sus estudiantes, sino en un elemento de impacto en la comunidad circundante.

Así fue como su proyecto se convirtió en una de las Iniciativas Ciudadanas de Transformación de Realidades (Incitar), con las que la Secretaría de Educación del Distrito impulsa las acciones con las que las comunidades transforman sus realidades desde los colegios públicos.

Las docentes esperan que con los recursos que les entregará próximamente la Secretaría de Educación a través de Incitar, estrategia que del gran proyecto de Educación para la Ciudadanía y la Convivencia, tendrán la posibilidad de organizar salidas pedagógicas a asentamientos indígenas y recibirán materiales para sistematizar sus experiencias en un álbum fotográfico y en una publicación digital.

“Pedimos una impresora profesional con papel fotográfico, un disco duro de amplia capacidad para guardar las evidencias de nuestras actividades y estamos en proceso de construcción de un blog para documentarlas”, afirma la maestra Torrejano.

Como Manuela y Valentina, son decenas las niñas que a lo largo de los últimos años han hecho parte de ‘Volviendo a la Pacha Mama’, el proyecto de dos maestras que día a día trabajan porque su comunidad entienda el significado de ser mujer.


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