POR SEGUNDA VEZ, ESTUDIANTE DEL DISTRITO ES RECONOCIDO POR LA NASA

Fidel Santiago Acero, del colegio Aníbal Fernández de Soto, es uno de los creadores del proyecto que ocupó el segundo lugar en el ‘NASA Ames Space Settlement Contest 2017’, concurso de diseño espacial en el que participaron 6 mil niños y jóvenes de diferentes países del mundo.

Por segundo año consecutivo, un estudiante de un colegio público de Bogotá es elcreador del único proyecto de Colombia premiado en el ‘NASA Ames Space Settlement Contest’, concurso que en su edición 2017 contó con la participación de 6 mil estudiantes de diferentes países del mundo y recibió más de 1.500 propuestas para el diseño de un asentamiento espacial en órbita autosustentable.

Se trata de Fidel Santiago Acero, quien cursa grado décimo en el colegio Aníbal Fernández de Soto, de la localidad de Suba.

Convencido de que siempre es posible perfeccionar sus ideas, Santiago, bajo la tutoría del diseñador italiano especializado en arquitectura espacial Giorgio Gaviraghi, y junto a su amigo Daniel y sus hermanas Melissa y Laura —también egresada de esta institución educativa distrital—, optaron por presentarse nuevamente a este concurso, en el que ocuparon el tercer lugar el año pasado con el proyecto New Terra.

Lea también: Estudiantes de colegio público Aníbal Fernández de Soto ganan premio de la NASA

Su esfuerzo se vio recompensado. En esta oportunidad ocuparon el segundo lugar en la categoría grado 11º por su propuesta ‘Apophis’, un asentamiento que utiliza los minerales del asteroide que lleva el mismo nombre, y que se espera tenga un acercamiento a la tierra hacia el año 2029, para crear una economía espacial sustentable.

“Haber alcanzado un puesto más alto este año me motiva para seguir estudiando y prepararme más para avanzar y tener la oportunidad de conseguir el primer lugar con otros proyectos en el futuro”, resalta el joven.

Fidel Santiago es un orgulloso estudiante de la educación pública de Bogotá, como él mismo se define. En el colegio Aníbal Fernández de Soto ha recibido el apoyo constante de sus maestros para el desarrollo de cada uno de estos proyectos. “Me apoyaron especialmente en verificar que este cumpliera con todos los requisitos”, asegura, convencido de que la educación que recibe en su colegio ha sido el gran motor para apasionarse por el conocimiento.

Porque una ciudad educadora es una Bogotá mejor para todos.