Fecha de publicación: Jue, 25/06/2020 - 17:52

TRAS EMERGENCIA SANITARIA, EL ROL DEL EDUCADOR UN COMPROMISO SOCIAL


Por: Aura Stella Fonseca Fonseca –Coordinadora J.M.
 
El colegio La Victoria no vaciló en asumir la emergencia y desde el primer momento, ha respondido a las necesidades que aparecieron como un reto para poder llegar a sus estudiantes, y tratar de suplir de la mejor manera esa falta de presencialidad que la pandemia les arrebató. Con fortalezas y debilidades, continúan en el proceso y hoy la entrega de todo el equipo de profesionales de la educación sigue siendo por su comunidad.

Casi que en simultánea con la directriz de SED acerca de la entrada en cuarentena, los maestros de la institución educativa ya tenían su plan de trabajo, producto de un proceso en el que se contaba con reservas de la producción académica de años anteriores, en términos de material pedagógico, y de la habilidad y profesionalismo para generar materiales de forma expedita con el fin de garantizar que los procesos continuaran a distancia, evitando que la emergencia fuese una excusa para dejar a sus estudiantes a merced de lo que ella demandaría. Luego vino la extensión de las medidas, pero ya algunos habían adelantado parte de la tarea que luego se exigiría desde el Nivel Central: La Virtualidad. Es así como el ejercicio YouTuber se reivindica desde lo pedagógico y, alejándose de las banalidades de la red social que han hecho famosa a la plataforma, surge en la institución como una estrategia para poder estar más cerca de los estudiantes y permitirles mayor eficacia en el nuevo proceso de adquisición del conocimiento.

Hoy el Colegio La Victoria IED cuenta con los canales de YouTube del profesor Ignacio Carvajal, pionero de la institución en el ejercicio, de la profesora Mallivi Melo y del profesor Miguel Barrera; pero no solamente funcionaba ese ejercicio para las clases, en simultanea aparecía el trabajo de los docentes Norma Ramírez, Liliana Rodríguez y Robert Prieto quienes, inquietos, ya se encontraban explorando otras plataformas con las que se acercaban al ejercicio virtual y llegaban con la novedad de este estilo de clase para sus pupilos, adelantándose incluso a las directrices del Nivel Central.

Así, en el proceso se fueron uniendo los demás maestros, dejando a un lado las fobias y explorando nuevas metodologías. Unos y otros fueron dándose apoyo, despejando interrogantes, auto capacitándose para luego compartir sus avances y fortalecer el trabajo de los compañeros a través de sus aportes en las reuniones, con las clases virtuales sobre manejo de las plataformas que entre ellos mismos, como un ejemplo, iniciaban con mucha modestia pero gran propiedad. Al inicio reticentes, pero en el camino aventureros, fortalecidos e ingeniosos.

En esa tarea de apoyo fueron claves los aportes de los profesores Fernando Torres, Robert Prieto e Ignacio Carvajal, sus orientaciones propiciaron la confianza en el abordaje de las plataformas y de dicha confianza se debe resaltar experiencias significativas emergentes como la de la profesora Dolly Gómez, haciendo tutoriales para guiar a los padres y estudiantes en el manejo de las redes para las dinámicas académicas que empezaban a afrontar; la de las docentes Leonor Delgado, Liliana Rodríguez y Sandra Carrero,  quienes no escatimaron medios para poder contactar a todos los niños a su cargo y garantizar su continuidad en el proceso, lo anterior mencionando solo unos pocos ejemplos de la larga lista que puede tener cabida en este punto.

Tampoco pasa desapercibida la energía de los docentes de educación Física, Carlos Bocachica y Andrés Lozano, quienes literalmente “sudan la camiseta” en sus clases y continúan siendo aquellos que activan a los estudiantes, más ahora en un proceso tan sedentario como el que muchos están llevando.

Si bien desde la mirada de los directivos el balance general de la estrategia “Aprender en casa” es positivo, no se deben  descartar otras que sirven de foco de reflexión y perspectiva de cualificación. “Es de rescatar que las opciones de sincronía y anacronía de la virtualidad disponen de una amplia gama (…) de herramientas para que los actores de la comunidad educativa obtengan información y en ese sentido se puede decir que es buena.  La dificultad surge en los recursos económicos de los que hay que disponer para dar sostenibilidad”, asegura la docente Martha Montero; por su parte, la profesora Adriana Aldana manifiesta que desde la gestión administrativa se ha fallado al no unificar desde el inicio una plataforma de trabajo, así como en un liderazgo con comunicación efectiva y asertiva para favorecer los procesos de los estudiantes y la labor con los padres de familia.

Finalmente, en este punto, se puede incluso percibir momentos desalentadores, pero sin duda se gana un aprendizaje para hacer del ejercicio virtual  victoriano una experiencia significativa que, a pesar de las barreras, no pierde la perspectiva en pro de su comunidad.


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